Antes de entregarle a Axel Kicillof, la gobernadora de la provincia de Buenos Aires aseguró que no quiere dedicarse a la política en los próximos cuatro años y que desea dedicarle más tiempo a sus hijos.

María Eugenia Vidal contó que está buscando un nuevo trabajo de cara al 10 de diciembre, cuando la gobernadora de la provincia de Buenos Aires le haga el traspaso a su sucesos, el candidato del Frante de Todos, Axel Kicillof.

«Quiero volver a trabajar. No quisiera los próximos dos o cuatro años vivir de la política», confesó en durante la quinta edición del encuentro de «Mujeres líderes», organizado por el grupo La Nación.

En esta línea, la gobernadora dejó en claro que no puede dejar su rutina laboral pero que quiere un empleo sin tantas responsabilidades. «Yo necesito trabajar, vivo de mi sueldo», aseguró Vidal frente al auditorio, pero confesó que está planificando unas «vacaciones largas» junto a sus hijos antes de volver al ruedo.

Luego, en el mes de marzo, comenzará una búsqueda laboral que la puede llevar a sectores impensados. “Viene un tiempo lindo para todos los que somos parte de mi familia de repararnos, de estar más juntos y de disfrutar de cosas que en estos cuatro años no pudimos”, admitió la integrante del frente Cambiemos. Y bromeó: “Enfrentar a mis hijos, a veces, es más difícil que enfrentar a los barones del conurbano”.

Respecto a sus roces con el presidente Mauricio Macri, Vidal aseguró que su vínculo sigue intacto. “Hace más de 15 años que conozco a Mauricio y trabajamos juntos. Hace cuatro años leo todos los días opiniones sobre nuestro vínculo. El último sábado estuve con él dos horas hablando en la quinta Los Abrojos”, contó la gobernadora para dejar en claro que sigue habiendo un diálogo fluido entre ambos.

«Nuestro vínculo personal no cambió nunca, ni en los momentos más difíciles de estos cuatro años», remarcó, aunque reconoció: «Tuvo las tensiones que naturalmente tiene por ocupar dos roles distintos: el de presidente y el de gobernadora, pero siempre se terminaron zanjando».