El tandilense dejó atrás la fractura de rótula que sufrió en el Masters 1000 de Shanghai y regresa en un torneo que para él ya es casi como una cábala.

Más de cuatro meses de recuperación le demandó a Juan Martín del Potro la fractura de rótula que sufrió en el Masters 1000 de Shanghai, pero esta semana regresará al circuito en un certamen muy especial para su carrera: el martes a la noche, el tandilense se medirá ante el japonés Yoshihito Nishioka en su estreno en el torneo de Delray Beach.

Después de una recuperación y una pretemporada que alternó entre Tandil y Buenos Aires, incluso con un entrenamiento público en su ciudad natal para recolectar alimentos no perecederos, atrás quedó la fractura que sufrió ante el croata Borna Coric, después de una aparatosa caída sobre su rodilla derecha en el duelo de octavos de final del certamen chino. Y favorecido por los malos resultados de sus rivales, Del Potro volverá al circuito en la cuarta ubicación del ranking, sólo un puesto por debajo de su posición al momento de la lesión. Es cierto que defiende muchos puntos en poco tiempo –títulos de Acapulco, Indian Wells y semifinales de Miami-, pero al menos podrá hacerlo dentro de los courts.

El pequeño ATP 250 que se juega en el balneario de la Florida es uno de los torneos menos atractivos del circuito, con escasa presencia de jugadores top y un cuadro sin demasiadas figuras. Incluso, las bajas a último momento del sudafricano Kevin Anderson, quinto en el ranking y finalista del US Open 2017 y Wimbledon 2018, y el canadiense Milos Raonic, 14 en el escalafón y finalista de Wimbledon 2016, dejaron el main draw todavía más despoblado. Sin embargo, para Del Potro ya es casi una cábala en el armado de su calendario, por circunstancias muy particulares, pese a que jugó sólo cuatro veces allí.

Su primera presencia en Delray Beach se produjo en febrero de 2011, cuando se estaba recuperando de la operación en su muñeca derecha. Ese torneo marcó un mojón en aquella etapa, ya que el número cuatro del mundo se impuso en la final al serbio Janko Tipsarevic para levantar el primer trofeo después de la lesión que le hizo perder casi todo el 2010. En el festejo se besó la muñeca, antes de un sentido abrazo con Franco Davín, su entrenador en ese momento. “Ahora quiero disfrutar después de tanto sacrificio y tantas cosas malas”, remarcó tras la victoria, cuando ni siquiera se podía imaginar que cuatro años después iba vivir el mismo calvario, pero multiplicado por tres.

En febrero de 2016, el torneo estadounidense, que se juega sobre pistas duras en el condado de Palm Beach, fue el elegido por el tandilense para regresar al circuito después de su tercera operación en la muñeca izquierda y una inactividad de 11 meses, tras dos fallidos intentos de retorno. Ubicado en el puesto 1045 del ranking, el argentino derrotó al estadounidense Denis Kudla en la primera ronda. “Estoy impresionado por el nivel que mostré y por la forma en que lo hice después de casi un año sin jugar”, dijo Del Potro luego de superar por 6-1 y 6-4 a Kudla, aunque pegando su revés casi exclusivamente con slice. Tanta era la felicidad que se permitió bromear sobre su siguiente compromiso ante el ignoto australiano John Patrick Smith, en ese entonces 135 en el ranking y vencedor del croata Ivo Karlovic: “No lo conozco. Estuve dos años en casa mirando Los Simpson”. Tras ganarle a Smith y al francés Jeremy Chardy, Del Potro cayó en semifinales ante el local Sam Querrey. Pese a la derrota, lo festejó como un triunfo. “Siento que esta semana gané más que un torneo”, celebró.

En las últimas dos temporadas, Delray Beach se convirtió en una parada fija en su calendario. Por el desgaste de la final de Copa Davis 2016, el campeón del US Open 2009 se salteó el Abierto de Australia 2017 y comenzó el año en La Florida, donde cayó en las semifinales ante Raonic, cuatro en el ranking en ese momento. El año pasado perdió en la segunda ronda ante el estadounidense Frances Tiafoe, aunque le sirvió de preparación para una gira muy exitosa, que concluyó con los títulos en Acapulco e Indian Wells, y las semifinales en Miami.

Esta temporada, el tenista de 30 años aspira que sirva de plataforma de despegue para una campaña sin lesiones que le permita competir al primer nivel y engrosar así su cosecha de 22 títulos en el circuito. En los papeles, el camino no parece difícil: como máximo cabeza de serie, en segunda ronda esperaría al ganador del duelo entre locales Tennys Sandrgen y el gigante Reilly Opelka, en semifinales podrían aparecer el australiano John Millman o el estadounidense Steve Johnson y, del otro lado del cuadro, los locales John Isner, segundo favorito, y Tiafoe, tercer preclasificado, surgen como los rivales más peligrosos para la hipotética final.

  • https://tn.com.ar/deportes/esencial/luego-de-cuatro-meses-del-potro-vuelve-al-circuito-repleto-de-ilusiones_941332

2019-02-18T13:18:52+00:00